El Gobierno nacional asegura que el entendimiento con EE.UU. está “prácticamente cerrado” y, con el viaje programado del canciller Pablo Quirno para mañana, busca ultimar detalles de un pacto que podría marcar un cambio estructural en las relaciones bilaterales.
El Gobierno argentino informó que el acuerdo comercial con los Estados Unidos se encuentra en una etapa final y que sólo restan formalidades para su anuncio oficial. El canciller Pablo Quirno partirá mañana hacia Washington para afinar los últimos aspectos técnicos y políticos de la negociación.
Según fuentes oficiales, si bien no se trata de un tratado de libre comercio, el pacto incluiría preferencias arancelarias y ampliaciones exportadoras para sectores clave de la economía nacional. Uno de los puntos más avanzados es la ampliación del cupo argentino de carne vacuna hacia EE.UU., que el Gobierno afirma podría cuadruplicarse.
El embajador argentino en Washington calificó el entendimiento como una oportunidad histórica y afirmó que “va a marcar a la Argentina positivamente por mucho tiempo”. Al mismo tiempo, sostuvo que el momento de anunciarlo dependerá de escoger “el momento adecuado” para ambas partes.
En el Gobierno destacan que el entendimiento forma parte de una estrategia más amplia con fuera de la esfera comercial: la meta es atraer inversiones, diversificar exportaciones y consolidar una inserción internacional activa. Por esto, el viaje de Quirno —que también se vincula con la visita del secretario del Tesoro estadounidense a la Argentina— adquiere un carácter político y simbólico.
Claves a seguir
- Se espera que el anuncio formal se produzca en los próximos días, luego de que Quirno regrese de Washington.
- Los sectores que más podrían beneficiarse, según el Gobierno, son el agro-exportador, la industria del acero y aluminio, y el energético.
- A nivel político interno, la firma del acuerdo implicaría un respaldo externo a la gestión del presidente Javier Milei y una señal a los mercados sobre credibilidad internacional.
- Los detalles finos aún no se conocen: quedan pendientes discusiones sobre propiedad intelectual, marcas y barreras arancelarias específicas, lo que puede demorar la ratificación plena.
