El funcionario del Gobierno respondió a las críticas que señalan que el proyecto oficial permite jornadas de hasta 12 horas, y ratificó que el objetivo es promover empleo registrado y modernización laboral sin afectar derechos.

El ministro Guillermo Franco salió al cruce de versiones que atribuyen al proyecto de reforma laboral del Gobierno nacional la posibilidad de extender la jornada laboral hasta 12 horas diarias, calificándolas como “una locura” y asegurando que no forman parte de la propuesta oficial.

Franco explicó que el anteproyecto en discusión —que busca fomentar la contratación registrada y la formalización— tiene como ejes centrales la reducción de la informalidad laboral, incentivos para empresas que generen empleo y herramientas para flexibilizar aspectos del contrato de trabajo. Sin embargo, añadió que “no hemos planteado ampliar la jornada laboral a 12 horas; eso no está sobre la mesa”.

Según los borradores del texto difundidos, existe la posibilidad de implementar regímenes de “banco de horas” y distribución distinta de jornadas, pero dentro de los límites que ordenan un descanso mínimo entre tareas, sin que ello implique automáticamente una ampliación generalizada del horario diario.

Franco sostuvo que la propuesta busca “cuidar los derechos de los trabajadores”, mientras que los críticos sostienen que la reforma podría debilitar la normativa vigente y trasladar más poder a los empleadores. Ante esas críticas, el funcionario afirmó que “debemos modernizar, adaptar el mercado laboral, pero sin destruir garantías fundamentales”.

El debate parlamentario de la reforma comenzará próximamente. Las entidades gremiales ya han expresado su rechazo y advierten que vigilarán cómo evoluciona el proyecto antes de la media sanción.

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